Board member and NGO founder
Describa a la Fundación Pivotes
Es un laboratorio de políticas públicas que se propone promover y conectar con la ciudadanía, los líderes de opinión y la política, aquellas políticas públicas y soluciones privadas que contribuyan a re-dinamizar la economía, modernizar el Estado y emparejar la cancha de las oportunidades.
En los últimos años se le ha visto asumir un rol protagónico en el debate público. Primero a través de SOFOFA, y ahora por medio de su fundación ¿qué fue lo que lo motivó a dar ese paso al frente?
Lo público es demasiado trascendente como para dejarlo sólo en manos de la política profesional. Tengo la convicción que las democracias sólidas que logran transitar por el estrecho pasillo que conduce a los países al desarrollo (concepto de Acemoglu y Robinson), son aquellas donde hay una vigorosa sociedad civil participando del debate público, colaborando y desafiando a la política. En esa sociedad civil incluyo la academia, los centros de pensamiento y de incidencia, las organizaciones sociales y el mundo empresarial. En Chile no está suficientemente desarrollado ese músculo pues tendemos a delegar en la política profesional las reformas que, en una lógica evolutiva, se requieren en los marcos regulatorios e institucionales. Pueden haber retrocesos o zigzagueos en el camino al desarrollo integral, que mejor ejemplo de ello que el Chile de los últimos años, pero es la fortaleza y legitimidad institucional la que permite que los países retomen la senda. Y la sociedad civil es el contrapeso fundamental que desafía a la política a que mantenga esa fortaleza y legitimidad en las instituciones políticas y del estado. Y en particular quienes somos parte del mundo empresarial, debemos destinar parte de nuestro tiempo y capacidad a participar en el debate público: directamente, comprometiéndonos con los gremios o emprendiendo en el ámbito de lo público como hicimos con Pivotes.
Se ha dicho que en Chile se perdió el sentido de cohesión en la población. Que los tejidos sociales que antes existían ya no existen ¿es tan drástico el diagnóstico? ¿qué se puede hacer para solucionarlo?
La base de una sociedad son las personas, con su libertad y dignidad. Pero las personas viven en comunidad. La familia, la escuela, el barrio o la empresa donde trabajan, forman esas comunidades o tejidos que habilitan su desarrollo. La familia y el barrio se han debilitado, qué duda cabe. Lo que ocurre en las escuelas es dramático, al punto que a muchos apoderados hoy les importa menos que sus hijos simplemente no asistan a la escuela. Fortalecer la familia, en sus distintas formas, es un desafío fundamental para lo cual más políticas sociales, en vez de tener foco en las personas, deben ponerlo en el hogar. Por su parte debe volver la seguridad, el respeto y la cultura cívica para que tantos barrios y escuelas vuelvan a ser comunidad. Se requieren además más espacios públicos accesibles y de calidad. La empresa debe desafiarse a tener un cultura fuerte, donde todos se sientan parte de un propósito común y compartan ciertos valores. Hace algunos días en el aniversario número 37 de Colbún terminamos un proceso participativo para renovar nuestro propósito y los valores que compartimos. Fue emocionante ver como más de 800 hombres y mujeres lo sentían suyo. Eso es tejido social.
¿Qué opinión tiene del procedimiento constitucional en curso? ¿cree que una nueva Constitución contribuirá al mejor desarrollo del país y de su gente?
En las democracias sólidas son sus instituciones las que procesan las demandas ciudadanas y las transforman en soluciones rigurosas y de largo plazo. En efecto, el sistema político diseña, discute y acuerda las reformas para mejorar las pensiones, u ofrecer educación y salud de calidad. Luego el Estado es responsable de implementar esas reformas proveyendo bienes públicos directamente o a través de organizaciones de la sociedad civil o del mundo empresarial. Y el principal problema del Chile de hoy, es precisamente, el mal funcionamiento de esas dos piezas fundamentales de una democracia. ¿Cabe alguna duda que el estado presenta falencias graves cuando observamos el escándalo asociado a las transferencias directas de recursos públicos a fundaciones recién formadas? ¿Alguien duda que el sistema político presenta deficiencias serias cuando llevamos más de una década discutiendo una reforma de pensiones que aún no se acuerda? A pesar que hay muchas personas que sienten que una nueva constitución no les cambia la vida, yo creo que representa una oportunidad bien única para introducir ciertos re-diseños imperativos en el sistema político y en la estructura del estado.
Si estuviera en sus manos cambiar una sola cosa del país ¿qué escogería? ¿por qué?
En Pivotes creemos que es imperativo modernizar la estructura del Estado en tres dimensiones prioritarias: (i) el régimen de empleo público; (ii) la autonomía del ciclo político de ciertos espacios del Estado; y (iii) la evaluación de las políticas públicas. La primera, porque es evidente que hoy es tenue la separación entre gobierno y administración pública, lo que explica que en Chile cada vez que un gobierno asume sean miles los funcionarios que cambian por criterios políticos, mientras que en países desarrollados con democracias sólidas, son menos de 100. La segunda, porque el Estado de Chile no tiene un estándar alto y homogéneo de independencia y gobierno corporativo de sus organismos técnicos o responsables de prestar servicios públicos a los ciudadanos. Por un lado tenemos a una CMF que cuenta con un gobierno corporativo e independencia adecuada, y por el otro una Dirección General de Aguas que depende de un ministerio. Y el tercero, porque Chile es el segundo país peor evaluado por la OCDE en cuanto a la calidad del proceso de formación de leyes, lo que en parte se explica por la falta de una institucionalidad independiente de evaluación ex ante y ex post de las políticas públicas. Además esto ha generado una desconexión y desconfianza de la ciudadanía con ese proceso.
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