CEO, Agrosuper
Agrosuper es uno de los emblemas de regionalización en Chile. Son pocas las grandes empresas que aún mantienen sus oficinas centrales fuera de Santiago. ¿A qué se debe la decisión de la empresa de mantenerse en Rancagua?
Desde sus orígenes, Agrosuper ha tenido una vocación regional, desarrollando sus actividades en la región de O´Higgins. A casi 70 años de su fundación, sus oficinas centrales continúan en la misma zona, lo que da cuenta del compromiso con el desarrollo regional y su aporte a la descentralización.
Pero esto no es casualidad, sino una decisión estratégica que se sustenta en el proceso productivo de la compañía. Un ciclo que comienza con la importación de la genética de los animales y la fabricación del alimento para estos últimos, continuando con la crianza en granjas y procesamiento, para terminar con la comercialización de los productos en Chile y el mundo.
Este proceso, integrado verticalmente, hace que sea natural y, al mismo tiempo, indispensable estar ubicados cerca de nuestros animales y de nuestras operaciones.
¿Qué virtudes ve usted en que Chile avance hacia la descentralización? ¿Qué medidas debieran adoptarse desde el mundo político para fomentarlo?
Cuando las decisiones se abordan en la misma región, suelen ser más certeras y su implementación, más eficiente y efectiva. Al mismo tiempo, se trabaja desde el propio conocimiento e involucramiento en terreno, generando una fuerza movilizadora que permite alcanzar los objetivos deseados.
Desde nuestra experiencia en Agrosuper, la descentralización nos ha permitido mejorar la conexión con nuestro entorno y aportar al desarrollo de las regiones en las que estamos presentes. En la misma línea, tomar mejores decisiones y hacerlo de manera más ágil, al estar presente donde se encuentran nuestras operaciones.
Todo lo anterior, ha repercutido -además- en la generación de un vínculo directo con nuestros vecinos, creando relaciones de confianza y contribuyendo al desarrollo de las comunidades.
Hoy se están realizando cuantiosas inversiones en la industria alimentaria, y particularmente, en innovaciones que buscan reemplazar las formas tradicionales de producción de los alimentos ¿qué opina de dicho fenómeno? ¿cómo se están preparando para lo que viene?
Nuestro negocio principal es la proteína animal, pero somos conscientes que los consumidores evolucionan y que debemos adaptarnos a las nuevas tendencias alimentarias. Para ello, estamos permanentemente innovando con nuevas alternativas de productos para diferentes tipos de dieta.
También hemos innovado en producir alimentos disminuyendo nuestro consumo de agua y energía y reduciendo nuestra huella de carbono. Hemos avanzado, por ejemplo, en el tratamiento de aguas para aumentar la recirculación y bajar nuestros consumos. También, en la implementación de un plan de eficiencia energética en nuestras plantas de procesos, que nos ha permitido reducir nuestro consumo un 3% en el último año, en línea con la Ley de Eficiencia Energética.
En cuanto a la reducción de nuestra huella de carbono, a principios de este año realizamos el cambio de nuestra última caldera de carbón por gas natural y estamos aumentando la producción de energía renovable a través de calderas de biomasa que operan con residuos de nuestra propia operación contribuyendo a la economía circular.
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