Communication manager, Sonda
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SONDA es líder en transformación digital, con presencia en 12 países y cuenta con más de 13 mil colaboradores. Desde hace más de 48 años trabajamos para contribuir a mejorar la calidad de vida de las personas, innovando y agregando valor por medio de soluciones tecnológicas que desarrollen y transformen el negocio y quehacer de nuestros clientes.
En los últimos años se ha visto un notable volcamiento de empresas y otros actores del mundo privado hacia lo público, interviniendo activamente en cuestiones en las que antes derechamente no se involucraban ¿qué crees que cambió? ¿hasta qué punto es una opción para las empresas el involucrarse en esas cuestiones, y en qué momento se transforma en una obligación?
Actualmente, involucrarse en el medio social, y tener una postura que genere un impacto positivo, es algo esperado de los diversos actores en la sociedad. Todos tienen un papel a desempeñar en la construcción de un mundo más justo y sustentable. No lo veo como una obligación, pero sí como algo que debería ser genuinamente parte del ADN de las organizaciones.
Por otra parte, los consumidores, colaboradores y stakeholders en general han exigido de las organizaciones buenas prácticas relacionadas con los aspectos sociales, ambientales y de gobernanza corporativa. En este sentido, veo un movimiento positivo de las organizaciones en la adopción de los principios de desarrollo sostenible.
En SONDA, desde nuestros inicios, creemos en el rol y la responsabilidad que tenemos para aportar al desarrollo de las sociedades donde operamos.
Como resultado de nuestra gestión sostenible, en 2022 integramos por sexto año consecutivo el Dow Jones Sustainability Index, siendo reconocidos como una de las compañías con mejores prácticas de sostenibilidad. También, obtuvimos el Sello ESG que certifica a nuestra compañía con el S&P IPSA ESG Tilted Index de la Bolsa de Santiago. Este reconocimiento fue entregado como resultado del buen desempeño en relación con un conjunto de indicadores que combina criterios ambientales, sociales y de gobernanza.
Se dice que la reputación tarda años en construirse, y sólo un momento en destruirse ¿qué opina al respecto? ¿cuáles son los principales desafíos de una empresa en materia de reputación?
Una reputación corporativa sólida y potente requiere consistencia y coherencia en las expresiones de marca.
La marca es mucho más que un logo o una identidad visual, es la entrega de una promesa y el resultado de todas las interacciones con nuestros stakeholders. En la gestión de la reputación es fundamental considerar que lo que se dice debe ser lo que se hace. De esta coherencia se genera confianza, la base de una buena percepción de marca.
La reputación es el resultado de un trabajo de largo plazo, exige planificación, estrategias asertivas, monitoreo del entorno y gestión constante. Es un activo que debe ser construido y fortalecido diariamente y estar anclado en la identidad y propósito de la marca.
En SONDA uno de los desafíos que enfrentamos actualmente es hacer que la marca “trabaje” más por nosotros, generando una imagen que nos coloque al nivel que estamos. Hemos avanzado significativamente en la forma en que los clientes perciben su relación con nosotros, destacando atributos como innovación y desarrollo tecnológico sostenido, sin embargo, para hacer realidad nuestra ambición, debemos transformar la forma como nos ven. Sabemos que impulsar una reputación de líder exige mucho más de nuestra marca y de todos nosotros. Tenemos que ser capaces de transmitir el valor que agregamos a nuestros clientes y a la sociedad. Es por esto que, a contar de 2022, definimos una nueva imagen de marca que viene a acompañar nuestro crecimiento, reflejando la potencia de SONDA.
Este es el desafío que nos encontramos hoy.
Cómo imagina a su industria en cinco años más
La industria de TI es una de las más dinámicas del mercado, capaz de transformar el comportamiento de las personas y la dirección de los negocios. La presencia de las tecnologías disruptivas continuará transformando las empresas, las personas, y la forma como vivimos y trabajamos.
Independientemente de cualquier contexto socioeconómico, las proyecciones indican que el negocio de la transformación digital seguirá creciendo.
Si lo analizamos bien, esto es del todo lógico: estamos en un negocio que, independientemente de los vaivenes políticos y sociales, solo crece, no decae. Incluso si la economía se contrae y busca más eficiencia, la digitalización igualmente crece. De esta manera disponemos nuestros servicios y nuestra tecnología para apoyar aquellas tareas.
Así que veo un mundo de oportunidades para todos que están en el sector.
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